- Desarrollar estrategias para ofrecer retroalimentación específica, clara y oportuna, centrada en el proceso de aprendizaje y no solo en el resultado final.
- Promover la participación activa de los estudiantes en su propio proceso de evaluación a través de la autoevaluación y la coevaluación, desarrollando habilidades de autorregulación y autonomía.
- Recoger y analizar diversas evidencias de aprendizaje, como observaciones, entrevistas, proyectos y trabajos en grupo, para tomar decisiones pedagógicas informadas.
- Crear rúbricas detalladas y específicas que alineen los criterios de evaluación con los objetivos de aprendizaje, proporcionando una guía clara tanto para los docentes como para los estudiantes.
- Diseñar pruebas auténticas que requieran que los estudiantes apliquen sus conocimientos y habilidades en contextos reales o simulados, reflejando el uso del conocimiento en la vida real.
- Ayudar a los docentes a reflexionar sobre sus propias prácticas evaluativas y a considerar cómo pueden integrar estrategias más formativas y participativas en su trabajo diario.
- Proporcionar orientación sobre la formación continua y el desarrollo profesional para que los docentes actualicen y mejoren sus conocimientos y habilidades en el campo de la evaluación educativa.
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